sábado, 7 de junio de 2014

Crisis

El concepto de crisis es polisémico, por lo que es necesario, en cada contexto, precisar su contenido. Se puede entender por crisis “los procesos sociales que conducen o pueden conducir a rupturas en el funcionamiento de instituciones, no necesariamente legítimas, propias de un sistema social y que parecen amenazar la persistencia de estas instituciones. Analizando este concepto se deprenden las siguientes características:

1-    Los procesos sociales son dinámicos y plásticos.

La realidad es cambiante y las demandas y apoyos pueden ser o no estables (parecen no serlo) pero en ningún caso son estáticos. Por otra parte el sistema político dura hasta que se agota su sentido.

2-    Las crisis pueden producir una ruptura en el funcionamiento de instituciones.

Una crisis involucrar un gobierno o el régimen político mismo.

3-    Esta ruptura puede tener un origen ilegítimo.

Si se analiza la crisis política chilena de 1973, se puede discutir acaloradamente respecto a la legitimidad del gobierno depuesto o del que asumió pero es indiscutible que constituyó una crisis del régimen político, ya que no sólo se despojó del poder al gobierno de la Unidad Popular, sino que se hizo desaparecer del mapa político todo el orden constitucional chileno que había emergido a partir de la Constitución de 1925.

4-    Que amenaza la sobrevivencia de las instituciones.

La reforma educacional del gobierno de la Nueva Mayoría plantea una crisis institucional, ya que se amenaza la institucionalidad actual, en que se promueve altamente la participación de privados en el sistema, de manera de dar cabal cumplimiento al principio de subsidiaridad establecido en la Constitución Política, y se busca reemplazarlo por una estructura garantista es que el rol fundamental de educar se deposita en la administración del Estado, a lo que hay que añadir la laïcité que el programa gubernamental propone, con lo que se ve seriamente afectada la libertad de conciencia y religiosa, pilares fundamentales de la educación, al menos hasta hoy, en nuestro país[1].

 

Las crisis se resuelven cuando hay actores que capturan lo que está en juego pero… ¿qué está en juego en Chile?

 

Al parecer lo que está en juego es el alma del país, el cambio de un sistema individualista y hedonista de corte liberal-conservador por otro socialdemócrata laicista ¿Tránsito al socialismo? No tan rápido, el sistema se resistirá a fenecer. Además parece que la angustia vital de la masa está liga a expectativas materiales frustradas y a falta del tiempo necesario para su auto-realización, lo que no significa que alguna élite tenga espacio para proponer un proyecto colectivo que desplace a la iniciativa privada.


[1] Al parecer la laïcité ha avanzado velozmente en nuestra sociedad. 

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